Cuando supe que tendría la oportunidad de participar en el programa au pair en Alemania, una de las primeras cosas que hice fue escribir una lista de las ciudades más famosas que no podía dejar de conocer en ese país. Después de haber estudiado el idioma, la cultura y la geografía alemana en la universidad por tres años, los libros y las películas me habían mostrado lugares que que soñaba con visitar. Me siento muy feliz de haber podido completar esa especie de bucket list viajero, aunque la mayoría de las ciudades de la lista las haya conocido en viajes cortos.
Hoy quiero compartir contigo mi lista de ciudades para que las tengas en tu radar, ya sea que planees participar en el programa au pair en Alemania, o que simplemente quieras visitar este país en tus próximas vacaciones.
Cada uno de estos viajes tiene su buena historia detrás, así que que junto a la lista te regalo mis anécdotas y fotos.
1. Konstanz
Si hacemos este recorrido en el orden en que fui conociendo las ciudades, debemos comenzar por Contanza. Desde que aprendí sobre el lago de Contanza en la universidad, tuve el deseo de conocer este lago que une tres países (Alemania, Austria y Suiza).
Llegué a Alemania un jueves, a vivir en un pueblo en el estado de Baden-Württemberg. El domingo de esa misma semana recibí mi primera invitación para conocer Constanza y su lago, que quedaban en el mismo estado, a un par de horas en carro. El paseo me regaló unos hermosos paisajes de uno de los últimos días de ese verano.
Los chicos con los que fui a Constanza fueron con la intención de bañarse en el lago. Por mi parte, aunque estaba encantada con el paisaje, no me pareció muy atractiva la idea de bañarme en un lago, así que los esperé en la orilla junto a nuestro picnic.
2. Hamburg
Una de las ciudades que estaba más emocionada por conocer era Hamburgo. Moría por conocer el principal puerto del país, además de visualizar el contraste entre los dos extremos de Alemania, pues yo vivía muy al sur y Hamburgo queda en el norte.
La otra razón que me causaba emoción por este viaje era reencontrarme con una amiga de la universidad que estaba viviendo allá. Me fui en autobús, un viaje que duró doce horas. El hecho de saber que a los cuatro días tenía que volver a atravesar el país en autobús no era muy agradable, pero no le restó a mi emoción.
Junto con mi amiga caminé muchísimo por toda la ciudad y conocí los principales sectores, desde el que alberga la vida nocturna más activa, hasta las urbanizaciones habitadas por los más adinerados de la ciudad, pasando por supuesto por el área del puerto.
3. München
Cuando llegó diciembre, me reencontré con mi novio de ese momento para hacer un viaje por varias ciudades de Europa. Por cuestiones de economía (buscando los boletos más baratos), escogimos Múnich como nuestro punto de encuentro. Viajé sola hasta allá para recibirlo en el aeropuerto y al finalizar el viaje, me despedí de él en el mismo lugar.
Como Múnich fue el punto de partida y de llegada de ese tour europeo, lo conocimos por partes, visitando algunos sitios en la llegada y otros en los últimos días del recorrido. En el inicio, aún estábamos en la época de Adviento, así que aprovechamos la ocasión para visitar dos grandes mercados navideños, recorriendo así también el centro de la ciudad. Al regresar, escogimos la visita al Allianz Arena como atracción turística porque mi compañero era un gran fan del equipo Bayern.
Después de despedirme de mi novio en el aeropuerto al finalizar el viaje, me encontré con unas primas que casualmente estaban en la ciudad de visita y pude disfrutar junto a ellos de un paseo familiar.
4. Berlin
La capital alemana fue parte del mismo viaje que hice junto a mi novio entre diciembre y enero. Estuvimos allí cuatro días y tres noches que aprovechamos al máximo para conocer tantos rincones de la ciudad como nos fue posible, aunque esto significara que no pudiésemos entrar en museos y recintos muy grandes.
Nos quedamos en un apartamento que nos prestaron, que quedaba en Friedrichshain, una zona con una onda alternativa muy interesante y una variedad de restaurantcitos con gastronomías de todo el mundo. El hecho de haber probado platos de orígenes diferentes cada noche, nos hizo vivir más intensamente la identidad multicultural de Berlín.
5. Frankfurt
Durante la mayor parte de mi año au pair viví en el estado Hesse, cuya ciudad más famosa en Frankfurt o Fráncfort del Meno. Sin embargo, sólo la visité durante un fin de semana y hasta hoy me arrepiento un poco de no haber hecho más visitas a esta ciudad tan hermosa, que sin duda fue la que más me gustó.
Lo que más me impresionó de la capital financiera de Alemania fueron los contrastes en su arquitectura: alberga edificaciones antiguas que puedes admirar justo al lado de los edifcios más modernos. Este estilo ecléctico se hace sentir en toda la ciudad y cada rincón me pareció simplemente maravilloso.
Esta es la única ciudad de la lista que visité totalmente sola. Quizás fue por eso que la disfruté tanto: porque la pude disfrutar a mi manera, a mi ritmo. Fue una visita de dos días, de los cuales el primero lo pasé recorriendo los sitios más emblemáticos a toda velocidad, tomando incluso un tour por el río Main, visitando la casa natal de Goethe y subiendo a admirar la ciudad desde la punta de la catedral del Kaiser y en la noche desde la torre Main Tower. El segundo día me permití un programa mucho más ligero, conociendo las bellezas del jardín botánico Palmengarten y luego simplemente dejando los sitios turísticos de lado para ir al cine a ver La La Land.
6. Köln
Uno de mis mejores amigos de la universidad era músico y había hecho muchos viajes a Europa antes de comenzar la carrera que ambos estudiamos. Cuando hablábamos de ciudades europeas, él siempre mencionaba a Colonia como la que más lo había marcado por su famosa catedral.
Naturalmente, no veía la hora de conocer ese sitio del que tanto me habían hablado. Casualmente, la hermana de un amigo también estaba viviendo en Alemania como au pair y se encontraba precisamente en Colonia. Organicé un viaje de un fin de semana para visitarla y conocer esta hermosa ciudad y su famosa catedral.
Recorrimos los puntos principales caminando toda la tarde y en la noche salimos a rumbear, cosa que yo realmente no había hecho mucho durante toda mi estadía en Alemania. Me divertí un montón en este viaje y lamenté mucho no haber podido quedarme más tiempo.
7. Dresden
Ya se acercaba el fin de mi estadía en Alemania y quedaba una ciudad sin tachar en mi lista: Dresde. El tiempo y los recursos se me estaban agotando, así que ya me había resignado a dejarla para una próxima oportunidad. Mi curiosidad por conocerla venía por un amigo de mi mamá que me había hablado mucho de ella como «la Florencia de Alemania».
Poco antes de mi regreso a Venezuela, mi familia anfitriona me sorprendió con un viaje en su casa rodante que nos llevaría a conocer Weimar (famosa por ser el hogar de Goethe y Schiller) y luego Dresde. No podría creer que, aunque ellos no sabían nada de mi lista, habían escogido casualmente el destino que me faltaba.
Este viaje me empujó a aprender a montar bicicleta sí o sí, lo cual agradecí mucho por que pude conocer junto a mi familia anfitriona una gran cantidad de lugares y monumentos hermosos y con una historia increíble. Definitivamente este fue un cierre espectacular para mi experiencia alemana.
Además de esta lista, tenía un bucket list de lugares que quería visitar para conocer fenómenos naturales de los que también había leído en mis años de universidad. Esos, lamentablemente, sí tuvieron que quedar para una próxima visita, lo cual me hace soñar y planear con mucha emoción.
¡Espero estar contándoles sobre ese viaje más pronto de lo que imaginamos!